Gañanes! – Aventuras Pueblerinas

Hoy me gustaría comentar la segunda referencia de la nueva línea de juegos de rol Cliffhanger publicada por Ludotecnia. Hace algunas semanas te hablaba de Dogfight, y hoy le toca a Gañanes!, un título bastante oportunista para un producto que engaña, y pese a ello, me ha dejado con mejor sabor de boca que su antecesor. Y digo que «engaña» (o engañana) porque su portada y la sinopsis prometen una cosa y el interior ofrece otra bien distinta. Basta con leer la frase «la idea de que una persona normal pueda ser elegida por el destino para enfrentarse a lo desconocido», mientras miramos la evocativa portada de Tellaetxe para imaginarnos que el juego tiene como punto de partida un enfoque trascendente del héroe rural. En parte es así, pero lo cierto es que este juguete épico-rural se queda más bien en lo rural, y deja de lado lo épico, más allá de lo anecdótico. Por suerte, esto no le resta mérito.

Gañanes!, nacido de la pluma de J&F Garzón, nos propone, de una manera sencilla y divertida, la posibilidad de jugar a rol en una ambientación rural de grado severo, o sea, de lo que podríamos denominar «puebluchos de mala muerte», de aquellos donde «dios perdió la alpargata». Se nos ofrece un listado de recursos para crear nuestro propio pueblico, en base a lugares especiales y un reparto que nos de pie a conflictos épico-rurales, desde la alcaldesa, el pastor, el cura, la maestra, el médico… hasta el tío del taller mecánico, el viejo que siempre está en el bar delante de la recreativa, el rico, el tonto del pueblo y todo aquello que le da salsilla al un background de lo más casposo. El sistema de juego es fácil y flexible, muy espontáneo. Es evidente que el autor tiene clarísimo que este juego es para sacarlo cuando el grupo ha tomado demasiadas birras como para poder sumar demasiados modificadores. Se agradece.

Pese a ello, ni la ambientación, ni la mecánica merecerían demasiada atención si no fuera por la seductora habilidad del autor para hacernos reír con su prosa, y sumergirnos, página a página, en aquello que hace verdaderamente divertido al juego: su tono hilarante. La cultura rural siempre ha dado para grandes historias. Se trata de un microcosmos, un eco-sistema propio (a lo Jurassic Parc, pero sin vallas electrificadas… un momento… ¡a veces sí!) donde dan lugar relaciones entre personajes e historias tan pintorescas que merecen, incluso, un juego como este. En fin, que lo he pasado bien leyendo el libro, y puede que incluso me anime a crear mi propio pueblico para echar alguna partida con los colegas, este verano.

Pese a todo, sigo pensando que esto de Cliffhanger es algo parecido a un corsé que no deja respirar bien al verdadero talento de Ludotecnia. Gañanes! tiene su gracia, un precio fabuloso, una portada estupenda (aunque, repito, engañosa), pero peca de anecdótico… y tiene unas ilustraciones interiores terribles que se dan de tortas con el tono del texto.

Más información en el blog oficial de Ludotecnia

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